Luis Tejedor Benedicto

Experto en Inteligencia Estratégica y Gestión de Crisis

Los datos, datos son. Desde que Pedro Sanchez es presidente del Gobierno de España, apoyado por un bloque de partidos de izquierdas e independentistas, sus resultados electorales son peores en cada comicio que se celebra en España. En comunidades autonómicas como Madrid o Galicia son referencias cuantitativas de la caída lenta, pero continua, del fracaso de las políticas del bloque de gobierno. A los resultados electorales obtenidos me remito: 31 escaños de diferencia con el PP frente a la coalición PSOE-SUMAR en las recientes elecciones gallegas y la pérdida del poder en 7 comunidades autonómicas en el pasado mes de mayo23.

Y ahora nos enfrentamos a nuestra joven democracia española, un sistema político nacido del consenso y el perdón, al cuestionamiento de su perdurabilidad ante el modelo de crispación sociopolítica que vivimos y que divide a la sociedad electoral española en dos bloques de casi el 50%.

¿Quién ganó las elecciones gallegas24? ¿la organización política que gobernaba Galicia? ¿el nuevo líder y candidato del PP autonómico? o ¿nos planteamos el desgaste del Partido Popular de Galicia y el crecimiento porcentual del Bloque Nacionalista Gallego, refundado como coalición de los partidos nacionalistas, y su líder, Ana Pontón?

Seguimos estudiando los datos electorales y son contundentes, tanto cuantitativamente como cualitativamente: el PP Gallego ha ganado con mayoría absoluta las Elecciones Autonómicas. Sólo podemos poner un “pero” porcentual ya que pierde una pequeña cantidad frente a las anteriores. Pero si observamos que creció el nivel de participación en el pasado 18 de febrero, vemos las pérdidas de electores del PSOE y SUMAR (anteriormente Mareas y Podemos), el crecimiento admirable de BNG y el sostenido aumento del PPdG…

La victoria es incuestionable. A partir del lunes, 19F, han corrido chorros de tinta y minutos de locuciones para explicar lo que desde el minuto uno de la convocatoria de elecciones autonómicas gallegas se esperaba: los populares volverían a ganar…

Se cometieron errores estratégicos de campaña: crisis como la de los “pellets”[1], se manejan mal los “off the record” de la amnistía[2] y se empieza a dudar de las encuestas demoscópicas. Todos los partidos, excepto SUMAR, usan a sus líderes nacionales para socavar la posición del partido que gobierna la autonomía. Los medios de comunicación, definidos por su línea editorial, hacen campaña informal dirigida, los analistas políticos exponen sus teorías pensando en los modelos de comunicación política y las campañas que cada candidato hace con parámetros diferentes: plebiscitó autonómico o plebiscito nacional. Se planteaba como una cuestión de confianza o moción de censura al gobierno de Pedro Sanchez. Es el modo de organización que tienen las cotorras en bandadas: que hacen mucho ruido.

La realidad de la legislatura gallega parecía quedar en un segundo plano y, casi todos, lo definían como un duelo Sanchez-Feijoo. Las cábalas y apuestas por los resultados se dispararon la semana antes al domingo, 18 de febrero. El favorito estaba nervioso, el bloque de gobierno, sin euforia, transmitiendo la satisfacción de una posible victoria pírrica, similar a la de julio del año pasado. Las redes sociales hervían y las acciones de intoxicación informativa aumentaban.

“con una estrategia territorial y unas acciones mediáticas vinculadas a la legislatura”

Solo el BNG y su candidata, Ana Pontón, trabajaban en clave de elecciones autonómicas, con una estrategia territorial y unas acciones mediáticas vinculadas a la legislatura que acababa y dirigidas al electorado gallego principalmente, obviando la clave nacional como eje de campaña.

Llegó el domingo, 18 de febrero de 2024, y los resultados reforzaron el liderazgo de Alfonso Rueda y los datos, datos son, fueron mejores que los últimos que obtuvo Núñez Feijoo en 2020. La coalición del bloque de izquierdas, que concurrían por separado, PSOE y SUMAR, sacaron 9 parlamentarios frente a los 25 del BNG y los 40 del PP cuando la mayoría absoluta está en 38 parlamentarios.

Resaltemos que, sin excepciones, las distintas candidaturas tuvieron comportamientos éticamente reprobables, aunque todos estos comportamientos fueran dentro del marco de la ley electoral vigente y los procesos de elecciones.[3]

Evaluemos la actividad de la COMPOL en estas elecciones en Galicia. Viendo la serie histórica de resultados en las municipales, regionales y nacionales, algunos nos preguntamos cuánto hay de Campaña Política o cuánto de trabajo continuo, perseverante, de servicio público y de acción política durante la legislatura que es la que hace cosechar a cada partido sus propios resultados. Aquí, como les digo a los dirigentes políticos de casi toda Centroamérica con los que trabajo, el “Plan Hormiga” cosecha resultados.

Los candidatos a la presidencia de la Xunta, (i-d) por Podemos Isabel Faraldo, por el BNG Ana Pontón, por el PP Alfonso Rueda, por el PSdeG José Ramón Gómez Besteiro

Es esta especialidad estratégica de campaña, poco conocida, en la que somos especialistas, la que ha marcado la diferencia en Galicia 18F. Tener una buena implantación territorial los convierte en coprotagonistas de la vida social, consiguiendo que la organización política, a través de sus activistas, participe y cree opinión en las diversas estructuras sociales regionales. La estructura del hormiguero es un hervidero de pequeños insectos “desorganizados” que funcionan organizados y tienen claro el objeto de su trabajo a medio o largo plazo.

La candidata Pontón ha realizado este proceso en un periodo a medio plazo dentro del BNG y la región gallega. Sus activistas son el partido en su ciudad, su barrio, en su pueblo. El activista, es pues, la expresión humana del partido y su principal capital político y ha consolidado a su partido como la 2ª fuerza política en Galicia. Del mismo modo, Alfonso Rueda, con el PP Gallego, ha pasado en un corto plazo de tiempo de ser un miembro destacado del equipo de Núñez Feijoo a convertirse en el líder presente de una organización política con implantación en todos los municipios gallegos y le ha convertido en la fuerza electoral más votada en más del 90% de los municipios donde se celebraron elecciones. Las hormigas trabajando…

Cuando entramos en el umbral de decisión del votante debemos tener presente la edad, el sexo, los estudios, nivel económico, la proximidad con la organización política, es decir datos objetivos. Los actores políticos que han fracasado en este proceso electoral han fundamentado sus campañas en datos subjetivos y han valorado más la COMPOL que el Plan Hormiga. Los resultados electorales, que son datos objetivos, corroboran este axioma que se ha cumplido en el PP y en el BNG.

Además, debemos ver este proceso electoral desde la perspectiva de la Demografía Política: uno de cada tres gallegos en edad de votar es mayor de 65 años. Es la tercera región de España con población de más edad. Sociológicamente, el mayor es continuista y la dispersión territorial de la población gallega bajo el modelo municipal de la aldea hace que aquellas organizaciones con implantación comarcal hayan cosechado los mejores resultados para el PP gallego.

España es una realidad sociológico electoral muy diversa por su idiosincrasia sociocultural y económica en un Estado de más de cinco siglos que ha vuelto a demostrar, en las elecciones gallegas del 28F, que una campaña política sin organización e implantación territorial no puede garantizar el éxito electoral como pueden indicar los estudios demoscópicos. Y que a pesar de los errores estratégicos de campaña por parte del PP y el BNG, su trabajo de hormigas de cada activista da el resultado esperado y por muchas cotorras que griten las hormigas se comieron el voto necesario que se habían ido trabajando vecino a vecino.

[1] https://www.europapress.es/sociedad/medio-ambiente-00647/noticia-gobierno-afirma-vertido-pellets-no-generando-problemas-consumo-pescado-marisco-20240109135402.html
[2] https://www.europapress.es/andalucia/malaga-00356/noticia-torres-subraya-pp-le-estallado-mano-mentira-amnistia-off-the-record-periodistas-20240213193732.html

*CompoLider no se hace responsable de las opiniones de los autores en los artículos.