Por Fernando Brea 

Politólogo

El presidente Sánchez, al constatar en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo el desgaste producido por los años de gobierno, tomó la valiente decisión de adelantar a julio las elecciones a Cortes Generales.

Valiente porque sabía que estaba en el momento políticamente más bajo y con esta jugada tomó la ventaja en la salida de la carrera electoral, le cambió el paso hasta a sus socios de gobierno que deprisa y corriendo tuvieron que formar una plataforma electoral que como hemos visto después ha enviado a Unidas Podemos a la papelera de la historia y ha obtenido unos pobres resultados.

Mezclar acuerdos de gobierno en las comunidades y ciudades españolas con precampaña e inicio de la campaña electoral provocó un ruido ensordecedor que hizo que el candidato popular Sr. Nuñez Feijóo llegara desgastado a la campaña, y si bien en el primer cara a cara con el presidente salvó el lance con brillantez. A partir de aquí se le acabó la gasolina y fue perdiendo empuje llegando a cometer, en opinión de este analista, el mayor error de la campaña no acudiendo al debate a cuatro en RTVE.

El desenlace fue un resultado muy ajustado en el que, como si fuera el sorteo de Navidad, le tocó el premio gordo a Junts X Cat, y en particular a su líder el Sr. Carles Puigdemont, personaje que ha pasado de estar en una situación de ostracismo e irrelevancia a un protagonismo clave en las negociaciones para la investidura y la formación de un nuevo gobierno.

Por lo tanto, el país está bloqueado con un gobierno en funciones, consumida ya más de la mitad de la presidencia de turno española de la UE y los fondos de recuperación que tantas expectativas generaron en el tejido económico sin ejecutarse (a la fecha solo un 10% de lo recibido).

Esta situación nos conduce a la incertidumbre, las exigencias de los independentistas catalanes nos llevan a un escenario de difícil gestión no solo por el gobierno sino por la sociedad española. La amnistía tal como parece va a estar formulada, supone un cuestionamiento inaceptable de la democracia española y de sus instituciones, y como expresa Carlos Fernandez Esquer en Hay Derecho “significaría conceder verosimilitud jurídico-institucional al relato que ha tratado de deslegitimar la democracia española dentro y fuera de nuestras fronteras y que ha tratado de proyectar la imagen de un Estado opresor”.

Otro punto importante es la condonación de parte de la deuda, en este aspecto el que suscribe tiene en corazón dividido, como catalán considero que el caducado modelo de financiación (otra vergüenza para los dos grandes partidos políticos que ostentado el poder en los últimos 10 años) trata a Catalunya de manera injusta por su infrafinanciación, ahora bien, la gigantesca deuda de Catalunya con el FLA no solo se debe imputar al nefasto sistema de financiación autonómico sino que una importante parte de la misma es imputable a la nefasta gestión económica de los gobiernos catalanes en los últimos 20 años.

El presidente hábilmente dejó que el Sr. Nuñez Feijóo se estrellase en su fallida investidura mientras su equipo avanzaba en las negociaciones. Nos quedan pocos días para resolver la investidura y tener gobierno o ir a la repetición de elecciones.

Por supuesto que al presidente en funciones le interesa cerrar la investidura para continuar con su gobierno de coalición versión 2.0 durante cuatro años más. Ahora bien, ¿es esto lo que han votado masivamente los electores españoles? considero que no.

El PSOE y PP pueden formar una enorme mayoría parlamentaria con más de un 80% del Congreso y del Senado. Lo que parece que los españoles quieren es un gran acuerdo de Estado que facilite la gobernabilidad del País y que resuelva los grandes problemas que este tiene, empezando por la Deuda Pública, continuando con la productividad de la economía, la modificación del sistema electoral y por supuesto  la resolución de los problemas territoriales ofreciendo un modelo en el que todos los territorios y sensibilidades puedan encajar y sentirse cómodos, en definitiva el modelo de Estado que nos queremos dar, para las próximas décadas.

Estos grandes retos no se pueden solucionar desde un lado u otro del arco parlamentario, se tienen que abordar conjuntamente, con generosidad de todos y visión de Estado a largo plazo.

Al PP le han pasado factura sus pactos forzados en muchas comunidades con VOX y al PSOE los suyos con los independentistas.

Como conclusión de todo ello: el no gobierno y la incertidumbre. Es de todos conocido que la economía en una situación de incertidumbre se resiente, y lo peor es que aún no sabemos hasta cuándo vamos a tener un gobierno en funciones que solo administra, pero no gobierna.

Los problemas del país no pueden dejarse a un lado por la falta de altura política de unos lideres de partidos políticos que piensan más en ellos mismos y sus acólitos del partido que en el Estado y sobre todo en los ciudadanos a quienes tiene la obligación y del deber de servir.

Accede aquí a la versión en pdf  del Nº18 #MagazineCompoLider “Sobrevivir y Resistir”

 

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