Fernando Brea
Politólogo y experto en estrategias de movilidad
Se están produciendo cambios estructurales en el sector del transporte, el futuro del transporte en la Unión se encuentra en la intersección de las prioridades generales del marco de actuación en materia de clima y energía hasta el año 2030. La descarbonización del transporte y el uso de tecnologías de baja emisión ofrecen oportunidades para el futuro de la movilidad y el crecimiento económico sostenible.
La economía colaborativa está transformando la industria del transporte en todo el mundo, el
transporte de pasajeros crecerá aproximadamente un 42 % entre 2010 y 2050 y el transporte de mercancías crecerá un 60 % durante el mismo período. La aplicación del principio de que el usuario y quien contamina paga en todos los modos de transporte, incluidos el transporte por carretera, ferroviario, marítimo y aéreo, contribuirá a la creación de unas condiciones de competencia equitativas entre todos los modos de transporte.
Considerando que los nuevos servicios de movilidad tienen por objeto mejorar significativamente el transporte urbano y tienen potencial para hacerlo reduciendo la congestión y las emisiones y ofreciendo una alternativa a la propiedad privada del automóvil, se obtendrá un cambio hacia el transporte multimodal y compartido.
Los vehículos conectados y autónomos harán que el futuro transporte por carretera sea más eficiente, seguro y protegido. El error humano es la principal causa de todos los accidentes de tráfico en las carreteras europeas.
El transporte es la principal causa de contaminación atmosférica en las zonas urbanas y es responsable de más del 25 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión, de las cuales el transporte por carretera representa más del 70 %, porcentaje que sigue aumentando.
El sector de la movilidad está experimentando profundos cambios y la revolución de la movilidad digital conducirá a un sector del transporte por carretera más seguro, innovador, integrado y sostenible, más justo, más competitivo, limpio e interconectado con los otros modos de transporte sostenible.
Los nuevos modelos de negocio darán lugar a servicios innovadores de movilidad compartida. Los cambios en la industria del automóvil vinculados a la digitalización, la automatización o los vehículos más limpios requerirán nuevos conocimientos especializados y modos de trabajo, esto hará más atractivo el sector del transporte y pondrá fin a la escasez de mano de obra en el mismo.
La producción de vehículos más limpios, mejor conectados y más automatizados tendrá un impacto en la fabricación, el desarrollo, el mantenimiento y el mantenimiento, y requerirá nuevas capacidades;
La conducción automatizada plantearía en última instancia interrogantes sobre la interpretación de la legislación vigente de la UE sobre el tiempo de conducción y los períodos de descanso; pide a la Comisión que supervise continuamente si es necesaria una acción legislativa.
La revolución digital reconfigurará la cadena de valor de la industria del automóvil, las prioridades de investigación e inversión y las oportunidades tecnológicas, que deben ser transparentes, coherentes y acordes con las normas jurídicas.
Los Estados miembros deben de ser proactivos a la hora de responder a la digitalización y deben de tomar decisiones globales y estratégicas en base a la neutralidad tecnológica.
Europa es líder mundial en operaciones de fabricación y de transporte por lo que es de vital importancia que el sector europeo del transporte siga desarrollándose, invirtiendo, innovando y renovándose de manera sostenible, con el fin de mantener su liderazgo tecnológico y su posición competitiva. Así mismo debe establecer un espacio único europeo de transporte sin barreras en el que, con eficacia el transporte tenga su lugar y exista una interacción modal, un entorno basado en incentivos para hacer que los modos de transporte sean más eficientes y eliminar las barreras existentes, como la burocracia innecesaria.
Se necesitarán tecnologías y soluciones de movilidad sostenibles e innovadoras para mejorar la seguridad vial, limitar el cambio climático y las emisiones de dióxido de carbono, la contaminación atmosférica y la congestión, y que se necesita un marco regulador europeo que estimule la innovación. En este contexto, los vehículos cooperativos, automatizados y conectados pueden aumentar la competitividad de la industria europea y reducir el consumo de energía y las emisiones del transporte, así como contribuir a reducir las muertes por accidentes de tráfico, por lo tanto, se necesitarán infraestructuras que garanticen que dichos sistemas puedan funcionar de forma segura.
Europa necesita un marco para la acción conjunta en materia de investigación e innovación y mejorar el ecosistema de la innovación, desde la investigación tecnológica básica hasta la investigación sobre nuevos servicios y modelos de negocio. Así mismo es necesario un mayor apoyo financiero a la investigación, la innovación y la formación, debemos reducir las barreras financieras y simplificar el acceso a la financiación.
La conectividad entre vehículos, entre vehículos e infraestructuras, entre vehículos y bicicletas y peatones debe de ser un objetivo clave a largo plazo para garantizar un flujo de tráfico sin obstáculos. La necesidad de desarrollar infraestructuras de telecomunicaciones y satélites para mejorar el posicionamiento y los servicios de comunicación entre los vehículos y las infraestructuras requiere una planificación e inversión integradas de infraestructuras para dotar a las carreteras de la infraestructura necesaria de telecomunicaciones y recarga, así como para proporcionar datos viales de alta calidad que nos permitan una conectividad adecuada del transporte.
Para la gestión de la seguridad, la señalización, la automatización y una gestión segura de los datos, debe garantizarse lo antes posible la plena cobertura 5G de los corredores de la RTE-T para ferrocarril, carretera y vías navegables interiores. Se deben desarrollar corredores de trasporte inteligentes y las carreteras principales deben contar con la instalación de estaciones base de fibra, inalámbricas de 5G y C-V2X.
El desarrollo de los vehículos conectados y automatizados ha sido impulsado en gran medida por la tecnología; por tanto, se debe reconocer su impacto social, y debemos garantizar que su introducción será compatible con valores y objetivos sociales, humanos y medioambientales.
Necesitamos mejorar la capacidad de la red, aprovechando la infraestructura de red existente y las importantes innovaciones futuras para permitir una mayor integración de las tecnologías digitales y abordar las grandes disparidades de conectividad entre los Estados miembros y las zonas urbanas y rurales, centrales y remotas.
Debemos de luchar contra la amenaza de despoblación de las zonas rurales, mejorar la accesibilidad y la comunicación con las zonas periféricas, la movilidad rural difiere sustancialmente de la movilidad urbana en términos no solo de distancias sino también de disponibilidad. Promover planes de movilidad urbana y rural sostenibles que estén justificados por el interés público e integren todos los nuevos modos de transporte, apoyando el despliegue de un sistema de transporte multimodal para pasajeros, que mejoren la calidad de los transportes proporcionando servicios para los ciudadanos, en especial para las personas mayores y los ciudadanos con discapacidad, ofreciéndoles alternativas e internalizando o reduciendo los costes sanitarios y medioambientales externos.
Debemos animar a las personas a adoptar hábitos de movilidad sostenibles a través de incentivos económicos, así como mediante la sensibilización sobre los impactos ambientales de los distintos modos de transporte, y mediante la coordinación y el desarrollo de servicios de transporte hipo carbónicos, la creación o mejora de infraestructuras para la movilidad blanda (caminar, ciclismo, etc.) como una alternativa al transporte por carretera
Las autoridades, de conformidad con el principio de subsidiariedad, deben de fomentar la creación de cadenas de viaje completas y fluidas en el contexto de la economía colaborativa.
Las cuestiones más urgentes que tienen las administraciones encima de la mesa son las relativas a la protección de los consumidores, la asignación de responsabilidades, la fiscalidad, los regímenes de seguros, la protección social de los trabajadores (ya sean empleados o autónomos) y la protección de los datos. La adopción de las medidas reglamentarias en todos estos ámbitos va a una velocidad muy distinta de la que tienen los avances tecnológicos.
El futuro es prometedor, el trabajo a realizar por todos los actores de la movilidad ingente, Europa no puede perder el ritmo mundial de la adopción de la nueva movilidad, ni puede dejar atrás a ninguno de sus ciudadanos ni de sus territorios