Por Mariano Gomá

  Presidente de Foro España

Posiblemente el título de este artículo sea engañoso puesto que existiendo sin duda un desafío catalán al Estado Español, lo cierto es que lo perpetran tan solo una minoritaria parte de los ciudadanos de Cataluña sin que sea mi intención generalizar algo no generalizable.

Y esa afirmación responde a que la situación en Cataluña con la notable desestabilización que provoca en toda España, presenta unos componentes absolutamente falsos en cuanto a que las personas que gobiernan la nave catalana, ni tienen autoridad para hacerlo ni el más mínimo conocimiento de la misma, situados en el puente de mando tan solo por conjunciones matemáticas de la Ley Electoral y acuerdos tan débiles entre grupos minoritarios, como perniciosos para el normal desarrollo en progreso de Cataluña.

Por tanto veamos:  sin acudir a estadísticas y porcentajes pesado, engañosos y cansinos, podemos afirmar que solo una tercera parte de catalanes defiende la secesión y la independencia pues hay mucha gente puesta de perfil que a priori no sabe , no contesta, pero en realidad sí sabe y sí contestaría abrumadoramente por España una vez perdido el miedo a represalias empresariales, garantía de su puesto de trabajo y recibiendo una información libre, veraz, independiente y lejos de doctrinas y consignas de los medios de comunicación.

Hasta me atrevo a afirmar que esa gran burguesía catalana cobarde y silenciosa llenaría Cataluña de vítores y aplausos rojigualdas como ya hizo en varios momentos de la historia, brazo en alto o no, puesto que de nuevo se instala la falsedad y esa burguesía que siempre ha tejido la cohesión económica catalana, en cuanto vea peligrar su estatus, sus privilegios, su calidad de vida, sus dineros y segundas o terceras residencias, cambiará de color como los camaleones.

Dicho esto, en condiciones de libertad el porcentaje independentista de la población catalana es exiguo, pero hay más; de ellos hay una gran parte que quisiera ser independiente en un contexto serio, culto e intelectual de igual forma que pueden sentirse políticamente republicanos sin comulgar para nada con los deleznables Companys o Maciá. Y además solo añoran la seriedad, serenidad y señorío del presidente Tarradellas.

Ese respetable grupo detesta, desprecia y culpa del fracaso de su sueño al grupo de payasos que ponen y se ponen en ridículo con sus disfraces, actitudes y complementos de vestuario que son el hazmerreir del mundo.  Bufones y arlequines los ha habido siempre para únicamente el divertimento de la sociedad o de la corte, amenizando y dando color cascabelero a fiestas y circos.  Por eso el enorme desasosiego y desilusión que presenta el sector independentista de verdad.

Las mesas bilaterales con sus delirios de gobiernos bilaterales, las personas corruptas, encausadas, enjuiciadas y condenadas en firme por los tribunales han tenido que ser arrancadas a la fuerza de sus anclajes abrazándose alegres como refugiándose en el grupo de payasos vociferantes con guitarras incluidas, es de suponer en su caso como momento previo y despedida antes de acudir a su cita con la Ley y seguidamente a su celda.  Los festivales protagonizados por los condenados en lujosos cobijos propiedad de sus obedientes musas, profesionales de la provocación luciendo pelos, barbas y coletas encanecidas en la cárcel,  si no tuviera una enorme carga dramática para la dignidad del pueblo catalán, nos harían a todos las delicias del circo que se ofrece en Cataluña.

Recientemente hemos asistido a unos espectáculos vergonzosos, insultantes y cargados de odio. Veamos:

La Sra. Borrás, expresidenta del Parlament de Cataluña, corrupta, manipuladora, instalada en el fraude político y personal, ha sido procesada, juzgada y condenada en firme a casi seis años de cárcel inapelable y una total inhabilitación para cargos públicos, estando en el escenario una posibilidad de indulto por los propios estamentos catalanes.

La burla verdaderamente repugnante en un programa de la televisión pública catalana TV3, de la Virgen del Rocío, de las creencias religiosas españolas y de las sagradas emociones andaluzas, perpetradas por un grupo de payasos por no decir discapacitados para el periodismo, ha venido a consumar la alarma de tanto odio que vierte la presión de esa minoría mencionada mientras el pueblo catalán muestra su perfil o perplejidad.

No quisiera pensar si la cobardía de esos periodistas y ese programa ante la pacífica reacción del pueblo español se pudiera contrastar con un ataque a las creencias religiosas ridiculizando a Mahoma y el Islam o a la ortodoxia cristiana. Hubiéramos asistido en directo al vertido de la sangre de los protagonistas ejecutados en directo.

Finalmente se encuentran los comandos, supuestamente en defensa de una república imposible, filoterroristas violentos que amenazan con fuego y destrucción de escaparates y mobiliario urbano siempre con capucha y desde lejos pues sin la propia protección de los papás y la pasividad ordenada por el gobierno de la policía, no son nadie y a cara descubierta menos, imberbes, tímidos y acomplejados por su condición de nenes ninis.

¿Así las cosas, qué podemos esperar del desafío catalán?

Pero esos grupúsculos siguen caldeando el ambiente para reforzar unas instituciones de gobierno que cada vez lo son menos y solo se aguantan haciendo mucho ruido, con los medios afines que son todos, glorificando el éxito de su gestión para convencer con propaganda máxima a toda aquella buena gente del interior con gran desconocimiento de la realidad que luego son factor determinante en la matemática de la composición del gobierno catalán, parlamento e instituciones de poder.  Muchas de las celebraciones secesionistas masivas de antaño ya no la celebran más que ellos pues la sociedad catalana en general huye del espectáculo ya que si el tiempo es bueno es preferible descansar en la playa o en segundas residencias de fin de semana.

A todo ello, el mustio, débil y negligente presidente de la Generalitat amenazando en clave electoral simplemente para tensar el ambiente, con un nuevo proyecto de consulta o referéndum ilegal , improcedente e imposible. Inútiles escaramuzas que tan solo persiguen de nuevo envenenar el ambiente de convivencia entre españoles y, a mi entender, algún día habrá que exigir responsabilidades penales por tanta maldad y tanto mal sembrado en España.

Ahora bien. No nos engañemos, hay todavía muchísima gente infectada y mucho calladito suelto que a lo tonto a lo tonto siguen repletos de sueños de ficción mientras Cataluña se arruina, el prestigio catalán murió, Barcelona ya no cuenta entre las ciudades influyentes pues es un caos en manos de una impresentable e indocumentada alcaldesa, la Sra. Colau con escudo de superwoman en el pecho y capa al vuelo.  Y es profundamente triste que nuestra querida capital catalana tan solo sobreviva gracias a la arquitectura de Antonio Gaudí y a los Santos Juegos Olímpicos del 92, que entre otras cosas fueron de todos.

 Ello me lleva a la interpretación libre de aquella frase que reza.  Si pones payasos a gobernar no se convierten en gobernantes, el Gobierno se convierte en un circo.

Por supuesto producto de ese circo es el espectáculo que estamos viviendo y sufriendo con las teatrales rupturas entre socios de gobierno a los que parece que la independencia no les importa, ni el camino para alcanzarla, siguiendo tan solo el instinto del dinero para sus bolsillos, las parcelas de poder, los personalismos y un supuesto prestigio que les otorga simplemente la fama mediática y la adulación de quienes como ellos viven del cuento ya que ni tienen profesión, ni preparación alguna, pudiendo tan solo presentar la credencial del fracaso personal.

Cataluña vive en un estado de incertidumbre permanente, de recelos y de silencios, con unos catalanes que se miran de reojo, otros que se odian y finalmente la gran mayoría que como atónito público asiste al espectáculo. Todos sabemos que la incertidumbre es el peor enemigo del capital, de la inversión, de la seguridad empresarial y finalmente del progreso. Y lamentablemente así estamos.

Pero no quiero acabar con mal aliento y pienso que España es demasiada Nación para vencer a ese desafío, nos estamos demostrando en todos los procesos electorales que el país va a seguir en la imparable actitud de la ciudadanía llevando a cabo la Agenda del Cambio que la sociedad civil y sus Plataformas y asociaciones serias y cada vez más cohesionadas proponen en la defensa de nuestra nación, la de todos.  Y cuando Cataluña, en Europa y en España se vea considerada como una reserva apache o a un guiñol de la aldea gala Uderziana, veremos como todo el pueblo catalán se pone las pilas y a pedalear con el gran equipo español si quiere alcanzar la meta. Y por supuesto con su burguesía al frente

Y si no, al tiempo.  Amén.