Al día siguiente de obtener 65 escaños y rozar la mayoría absoluta, Isabel Díaz Ayuso señaló que “tenía la sensación de que mucho voto era prestado”. Casi dos meses antes, había convocado elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid, alertada por la presentación de sendas mociones de censura por parte del PSOE y Ciudadanos, en la Región de Murcia y en Castilla y León. Ciudadanos, socio de los gobiernos de ambas, también lo era del de Ayuso, con lo que su Gobierno, también corría peligro.

La demoscopia tradicional y el análisis preelectoral de la situación de la Comunidad de Madrid predecía algo que ha venido repitiéndose desde los inicios de la democracia en España: los municipios del sur de Madrid serían claves en el resultado, fuera cual fuese.

En Target Point coincidíamos con esa visión y, aunque desde principios de año nuestros datos advertían de lo que podría ocurrir en el caso de que una moción censura sobrevolase en torno al Gobierno PP-Ciudadanos, nuestra metodología de trabajo nos permitió ir mucho más allá. Tanto, como para poder llegar a calcular el número de votos aproximado que cada partido podría obtener -incluidas las posibles transferencias entre ellos- en cada una de las secciones censales (más de 4.400) en las que se divide el territorio de la Comunidad de Madrid. Dos días antes de las elecciones, incluso publicamos cual podría ser el número de votos concretos (no porcentajes) obtenidos por cada partido en el denominado “Corredor Sur” (los 8 principales municipios del sur de la Comunidad). Los resultados posteriores, confirmaron nuestra predicción.

¿Qué tiene nuestra metodología que permite calcular votos concretos y aproximados a la realidad en una sección censal? Lo primero, que en Target Point no analizamos la sociedad en su conjunto y la dividimos por temas o asuntos de opinión, sino que la segmentamos por tipos de persona. Para llevarlo a cabo, utilizamos más de 300 variables obtenidas de información pública, privada e incluso nuestros propios sondeos electorales y no electorales.

De este modo, la información obtenida está enriquecida aportando más valor, atesora muchos más matices y son más identificables las distintas variables clave o palancas de voto, que además aparecen superpuestas sobre el eje principal de campaña. Estudiar a los ciudadanos de cualquier país en virtud del eje izquierda-derecha, el recuerdo de voto o el deseo de voto, resulta demasiado ingenuo para los partidos políticos en una sociedad, la

Hemos estudiado en los últimos diez años a la población española no solo desde ese eje ideológico o de voto, sino desde el punto de vista de su forma de ser y de vivir. Y hemos agrupado a los españoles en 16 grandes grupos que en Target Point denominamos Tipologías SapientiaÒ. En cada una de las más de 36.000 secciones censales de España hay una tipología predominante y, por lo tanto, unos valores compartidos, un estilo de vida determinado y unas preocupaciones comunes, más allá del eje ideológico o el recuerdo de voto.

Tabla con las 16 tipologías, que muestran las 4 elecciones de 2019, donde el PP agrupó la mayoría de sus votantes en las mismas tipologías electorales

Solo a partir de esa mirada, basada en microzonas y estilos de vida, tan diferente a las de la sociología y la demoscopia tradicionales, como los partidos y los candidatos pueden establecer diálogos más directos con los votantes de manera que la oferta electoral que plantea coincida con la demanda ciudadana que se les reclama.

Aunque un votante a un partido en una sección censal coincida en el eje ideológico o la intención de voto con otro votante de otra sección censal diferente, pertenecen a tipologías predominantes diferentes, entornos sociales diferentes, estilos de vida diferentes y, por lo tanto, sus palancas de activación de voto también son diferentes.

Volviendo al caso de Madrid, la campaña electoral de Isabel Díaz Ayuso combinó los datos con un gran relato: los datos de gestión que todo Gobierno puede ofrecer y el relato al hacer de la palabra Libertad, su principal eje de campaña. Libertad es una palabra que todo el mundo sabe qué significa, pero cada persona la articula a su manera, la entiende conforme a sus referentes morales, intelectuales, sociales, económicos y de entorno cotidiano. Una palabra que se insertó en el lema oficioso de campaña (Socialismo o Libertad primero, Comunismo o Libertad después) con un amplio significado: superaba el eje ideológico, aunque aparentemente confrontase con él definiendo y enmarcando al rival.

Ese marco estrechó la capacidad de los partidos opositores a la hora de concretar su oferta política, pues fueron guiados por Ayuso a un falso debate del eje izquierda-derecha que se terminó convirtiendo en una jaula donde, una vez metidos, fueron incapaces de salir.

Con los partidos de izquierdas arrinconados en esa polarización artificial de la campaña -jaleada por los medios de comunicación-, el Partido Popular tuvo tiempo de analizar a los votantes en función de su estilo de vida y no solo de su ideología. Y planteó su campaña apoyándose en la gestión de la pandemia y en su política de hacer compatible salud y economía. Con el paso de las semanas, el PP añadió otro argumento transversal ligado al de la libertad y con cierto sentido identitario: Vivir a la madrileña.

Con todo ello, el PP hizo llegar su oferta a personas de diferentes tipologías y conseguir votos en la práctica totalidad de dichas microzonas electorales. Por lo tanto, el espectacular crecimiento del PP se debe a haber captado de forma muy eficaz los votos de sus tipologías más proclives y también conseguir arrastrar hacia sí numerosos sufragios en secciones censales donde los partidos rivales fueron desmovilizados y donde los populares supieron activar desde muy pronto palancas de voto aparentemente ideológicas, pero explicadas desde los valores compartidos y el lenguaje de la vida cotidiana.

Como puede observarse en el cuadro, si bien el PP subió en votos en todas las tipologías en estas elecciones de 2021, vemos cómo hay 8 de las 16 donde la evolución proporcional ha sido más intensa, tipologías, además, que podemos decir que en su mayoría son donde también ha crecido más la participación.

Se trata de diversas tipologías zonales donde son mayoría tanto los jóvenes trabajadores de menos de 50 años, (de la 1 a la 4) junto a los trabajadores adultos de mayor poder adquisitivo (5 y 6). Y están localizados en secciones censales donde, en los numerosos comicios de 2019 no sólo ganó el centro-derecha sino también la izquierda, por eso la contundencia de la victoria popular. Ayuso no sólo consiguió elevar la participación en unas autonómicas, sino que supo atraer a jóvenes y nuevos votantes tradicionalmente muy reticentes a votar al PP.

Podemos sostener sin duda alguna, que el triunfo de Ayuso se ha cimentado en las clases productivas madrileñas, incluyendo trabajadores de amplio espectro ideológico y muy especialmente a gente joven y nuevos votantes. En este sentido, el PP ha recuperado casi todo el voto perdido hace 2 años ante Ciudadanos, muy concentrado en estas tipologías de mayor crecimiento del voto.

La izquierda, sobretodo el PSOE, ha podido mantener a duras penas su base de votantes de clases funcionariales y pasivas o inactivas, con la excepción de Más Madrid, que sí ha extendido su electorado por el espectro de clases no jubiladas, lo que le ha permitido en última instancia incluso superar a los socialistas.

Dentro de dos años, volverán a celebrarse elecciones en la Comunidad de Madrid, tal y como indica su Estatuto de Autonomía.

En nuestra opinión, la consolidación de los resultados o incluso su aumento, pasa indefectiblemente por analizar ese voto que Díaz Ayuso tenía la sensación de “ser prestado” y en Target Point denominamos “voto alquilado” para que las propuestas políticas del Gobierno, su gestión y la posterior oferta política pueda ser encauzada a sostener, mantener y ampliar en su caso, el número de votos que le han garantizado un gobierno en solitario.

Análisis pre-electoral. GIS con zonas de captación de voto por sección censal en los principales Municipios del Sur de Madrid

La demoscopia tradicional siempre acierta porque capta los grandes movimientos de opinión pública, visible en cualquier estudio de cierta calidad. Calcular el número de escaños posibles en unas elecciones, también es posible, con mayor o menor acierto.

Pero como se ha visto, el Microtargeting facilita a través de sus herramientas y análisis el acierto de los actores políticos, porque conocen mejor a sus ciudadanos, comprenden sus demandas y son capaces de proponerles ofertas políticas en el mismo lenguaje que se expresan las demandas y que, como hemos visto, activan múltiples palancas de voto. Eso sin contar que pueden hablar y dirigirse a ellos llamándolos casi por su nombre. Todo, con el objetivo de convertir el voto prestado (o alquilado), en una amistad duradera y para siempre.

Autor: José Manuel San Millán

Socio Fundador de Target Point

Socio Fundador y Director de Desarrollo de Negocio de Target Point, compañía líder en Microtargeting Electoral y Político en España. Licenciado en Marketing y Gestión Comercial por ESIC, Curso Superior en Marketing Directo y Comercio Electrónico (ESIC). Su carrera se ha desarrollado en áreas de dirección comercial para diferentes compañías multinacionales del sector del marketing, el software informático y el business intelligence. Actualmente centra su carrera en la consultoría de estrategia electoral y política.

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