EDUARDO LÓPEZ-

La relación causa efecto entre el sistema sanitario y la economía van de la mano.

Un país que tiene un buen sistema sanitario y pocas deficiencias, afrontara mucho mejor una crisis sanitaria y por consiguiente  una salida mejor de la crisis económica.

Según datos del Banco Mundial, 2020 a nivel mundial el promedio de camas hospitalarias por cada 1,000 habitantes es de 2,7 y el de médicos es de 1,5 por cada 1.000 habitantes. China (4,2 camas y 1,79 médicos), Italia (3,4 camas y 4 médicos) y España (3,0 camas y 4) se sitúan por encima de la media. Por tanto, la anticipación y sobreactuación son beneficiosas siempre ante cualquier crisis, en este caso para la salud ya que se entiende como un bien publico global y en su defecto, para la economía.

Las medidas drásticas de aislamiento son absolutamente necesarias

Es inevitable el frenazo y la reducción del PIB se moverá entre un -2% y un -8, y las decisiones que se tomen ahora, determinarán las consecuencias a futuro y el inicio de la recuperación. Conforme más rápidas y estrictas sean las medidas, menor será la probabilidad de expansión del virus y, por tanto, menor su impacto económico. Esto nos indica que indica que en la mayoría de los países las medidas fueron tímidas y llegaron tarde.

El desplome de los precios energéticos y los posibles efectos negativos de la depreciación de las divisas a nivel mundial, provocando una contracción de la oferta agregada, nos llevan a la incertidumbre sobre el balance de riesgos para una más que posible “estanflación”.

 

Comparativa del PIB de las principales economías

 

El estudio del Imperial College, concluye que “cuanto antes se actúa y más restrictivas sean las medidas, los resultados son infinitamente mejor”, como se ha podido observar en Corea, Singapur y Taiwán.

Efectos e impactos de las medidas drásticas

  1. La productividad sufrirá una de las mayores caídas desde 1945.
  2. El sector servicios acusará un severo decrecimiento en el corto plazo.
  3. Caída de la inversión a consecuencia de la incertidumbre internacional.
  4. Reducción sin precedentes en el consumo y una lenta recuperación
  5. Entre 5,3 y 24,7 millones de empleos están en riesgo.

Política Monetaria expansiva

El BCE ha estado comprando bonos por valor de 120.000 millones de euros anuales, pero debido al Covid-19, decidió sacar la artillería pesada e incrementar esta compra en 750.000 millones de euros adicionales para 2020. Sus adquisiciones han llegado hasta los 20.000 millones de euros, el mayor repunte desde hace cinco años.

El BCE inyectó 15.600 millones de euros en solo dos días desde su lanzamiento el 26 de marzo. Así mismo compró 1.700 millones de euros en bonos bancarios y 1.300 millones en deuda corporativa.

Indispensable una Política Fiscal expansiva vía impuestos

Ninguna empresa que fuese viable y solvente antes del inicio de este episodio tendría que desaparecer, de ser así sería un error de política económica. Los estímulos fiscales son más que necesarios, pero sobre todo tienen que ser bien dirigidos, priorizando los grupos de personas más afectadas y desfavorecidas.

Medidas fiscales principales:

  1. Reducción del Impuesto de Sociedades, priorizando las pequeñas y medianas y las de sectores más afectados. Estos apoyos, para las empresas más grandes, deberían condicionarse a que sean un medio para el despido de sus empleados y mantenerse a flote.
  2. Aplazamiento del cobro de impuestos indirectos y cotizaciones.
  3. Subvención y apoyo a personas que han perdido su empleo.
  4. La mayor contribución para la pensión debe recaer principalmente sobre las empresas, una vez se vuelva a niveles de inicio.

Eduardo López García de Jaime

Economista-Especialista en Teoría de Juegos

 

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