Autor: Rocío de la Torre Gijón.

El cronómetro de las elecciones para Unidas Podemos se ha puesto en marcha con la vuelta a los ruedos de su primer espada.

Se anunciaba el regreso de Iglesias el 23 de marzo en la Plaza Reina Sofía, no sin falta de polémica como es habitual en Unidas Podemos por el cartel: VUELVE. Malpensando se podría aventurar que era una estrategia de comunicación para que el anuncio tuviera más repercusión como otras veces en las que Podemos ha utilizado la política-espectáculo, pero tras renegar el dirigente de la formación morada y ser borrado de las redes sociales, va a ser que no.

Se están organizando autobuses desde todos los puntos de España para intentar que la participación sea masiva, lo que me lleva a preguntarme: Si no confían en que la vuelta de Pablo por sí misma, sea capaz de convocar a un gran número de asistentes ¿será que el liderazgo de Pablo ya no es el que era? ¿Son conscientes de la necesidad acuciante de una figura que lidere el proyecto actualmente descabezado? Lo son.

Se publicita su reincorporación al mundo de la política y lo que se transmite es la sensación de necesidad como agua de mayo, y esa imperiosa necesidad ¿No significará que error interno tras error interno pero públicos, perdón tras perdón también públicos, dimisiones, divisiones internas y cortes por lo sano, ha logrado minar la credibilidad del partido en sus afiliados, votantes y posibles votantes?

Mucho se ha hablado y se sigue hablando del encuentro de Colón, pero este mitin de regreso huele a Pablo, líder de las izquierdas, volviendo para dar la batalla a las derechas.

Una imagen vale más que mil palabras y muy posiblemente se esté buscando esa imagen con la que contrarrestar la foto de Colón, con la que capitalizar la izquierda, lo social, la lucha por supuesto el feminismo y contra el capitalismo.

Ha vuelto sí, pero ¿dónde coloca eso a Irene Montero? Hasta ahora era la cabeza visible del partido en sustitución de Pablo, un liderazgo femenino y feminista. Coincido con algunas opiniones recientes que afirman que, previendo el varapalo, en Podemos están allanando el camino de Irene en una transición hacia el liderazgo de ella y la retirada de él, en caso de que la tendencia a la baja en la intención de voto como se ha confirmado en las últimas encuestas en27-30 escaños.

El tiempo, inexorable, nos lo hará saber.

Rocío de la Torre Gijón
Asesora Vicealcaldía. Ayuntamiento de Madrid

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