Por Alex Gunter
Consultor político y Director de Edina Communications
A simple vista, puede parecer que la profunda polarización política en el Reino Unido colapsó las elecciones generales del 4 de julio pasado. Los escaños del muro rojo del norte, socialmente conservadores, pero económicamente de izquierda y que apoyaron el Brexit, regresaron al Partido Laborista. Si bien la campaña electoral fue agresiva, los principales partidos bailaron en el centro y los partidos más pequeños con puntos de vista diversos se hicieron más populares que nunca.
Sin embargo, a medida que se asientan los resultados de dichas elecciones, lo que estamos viendo puede no ser simplemente un regreso a la tradición en el Norte con el Partido Laborista y el Suroeste con los Demócratas Liberales. Podría ser una etapa de polarización y su normalización.
La victoria laborista no fue un flechazo. El Partido Laborista no conquistó los corazones y las mentes de la población, mientras que los Conservadores los perdieron. La participación de votos del Partido Laborista aumentó solo en un dos por ciento, del 32% al 34%. Esto muestra que no ganaron con un fuerte apoyo nacional.
Esto se aprecia al tener en cuenta que una gran parte del 14% del electorado votó por el Reform UK, el partido dirigido por Nigel Farage, anteriormente el Partido del Brexit.
Sin embargo, a pesar del marginal y el reclamo de votos por el sistema de escrutinio mayoritario uninominal en el Reino Unido, las porcentajes de participación de votos son irrelevantes. El resultado depende únicamente de los cambios locales en las campañas objetivo. Cada una de las 650 circunscripciones locales da un diputado basándose en la pluralidad de votos.
A pesar de que el Partido Laborista ganó una gran mayoría de escaños, el voto de la derecha combinado fue del 38%, en comparación con el 34% del Partido Laborista. Reform UK, llevó una campaña nacional generalizada con poca o ninguna infraestructura de campaña local, que obtuvo el 14% de los votos nacionales, pero solo consiguió 5 escaños. Los Demócratas Liberales ganaron 72 escaños con solo el 12% de los votos.
El éxito de los Demócratas Liberales merece una especial mención. Gran parte del éxito de los Demócratas Liberales, y en cierta medida el del Partido Laborista, se debe a sus excelentes campañas electorales.
La campaña será recordada en parte por los trucos de Ed Davey, cuando se cayó de la tabla de paddle mientras practicaba este deporte en los fríos lagos o cuando disfrutaba en los parques temáticos del Reino Unido. A pesar de que estas anécdotas o payasada sean típicamente británicas, en realidad estos hechos fueron parte de una sofisticada estrategia de campaña que estuvo muy presente en todo el paisaje político mediático y que consiguió captar y construir una poderosa coalición de votantes diversos.
Los Demócratas Liberales se centraron en un número limitado de escaños, concentraron sus recursos y renunciaron al voto en áreas que deberían ser invencibles para ellos. Las campañas fueron muy locales y utilizaron mensajes a nivel local.
Por otro lado, el Reform UK fracasó y no consiguió traducir sus votos en escaños. Como partido, no tenían -acción local y ninguna infraestructura básica. Utilizaron herramientas tecnológicas adecuadas, pero se utilizaron mal, fallando en capitalizar la ayuda externa en cada oportunidad. Su campaña se extendió demasiado y los simpatizantes de a pie dispuestos a participar no se fueron movilizados. El partido de derecha fracasó en conquistar el terreno y, por lo tanto, fracasó en llegar a audiencias fuera de su base de apoyo natural. Al final, no lograron mucho en cada circunscripción local, ya que la naturaleza del sistema de votación del Reino Unido exige que los partidos concentren sus recursos.
El Partido Laborista y los Demócratas Liberales tuvieron éxito porque lograron eludir a gran parte de la esfera política polarizada del Reino Unido. Unieron el apoyo y objetivos en las campañas locales.
Los altos niveles existentes de polarización en el Reino Unido fueron un obstáculo para los planificadores de campañas del Reino Unido. El Brexit fue el mayor escollo para el Partido Laborista, habiendo perdido escaños en el norte de Inglaterra en 2019, en la llamada ‘muralla roja’, el Partido Laborista se vio obligado a permanecer prácticamente en silencio sobre el Brexit por temor a aparecer demasiado europeo o antieuropeo.Esto siempre fue un problema, ya que los partidarios laboristas del sur y zonas urbanas generalmente estaban frustrados con el Brexit. En algunos escaños, esto podría haber contribuido al éxito relativo de los Demócratas Liberales y los Verdes, los partidos proeuropeos.
Es digno de mención el partido Rejoin EU que se presentó a las elecciones, pero no logró escaños por conseguir poco menos de 10.000 votos. Al no hacer alusión al Brexit, provocó que muchos encontraran causa en el partido Conservador en 2019, el Partido Laborista pudo llevar a cabo una campaña eficiente.
La eficiencia en la campaña es la piedra angular del éxito. El grado de preparación fue impresionante, cada aspecto había sido -tenido en cuenta y el mensaje fue increíblemente muy preciso. Mientras que eslogan del Partido Conservador fue ‘Plan claro, acción audaz, futuro seguro’, el Partido Laborista decidió una sola palabra: ‘Cambio’. Esto hizo que fuese -fácil de recordar, audaz y no corría el riesgo de molestar a la amplia coalición de votantes que el Partido Laborista necesitaba para ganar.
La forma en que el Partido Laborista captó el voto patriótico también fue impresionante. Abandonaron gran parte de su marca laborista anterior a cambio de banderas del Reino Unido. El Partido Laborista se convirtió en el partido de los patriotas, cerrando muchas de las acusaciones que el anterior líder Jeremy Corbyn tenía en su contra. Ya no se veía al Partido Laborista como simpatizantes del IRA terrorista.
Es importante tener en cuenta para el futuro a largo plazo que el Partido Laborista no ganó terreno en torno a la “Englishness”, un área que el Reform UK está preparado captar. Para seguir frenando la marea de votantes laboristas que desertan al partido Reform UK, los mismos laboristas puede necesitar adoptar el dicho “Englishness”.
El Partido Laborista no tuvo éxito en todos los frentes en los que podía aprovecharse de una Gran Bretaña polarizada. El apoyo de la ciudadanía fue un voto insatisfecho con el liderazgo de los Conservadores además del tema de Gaza. La extrema izquierda vio como ganaban varios independientes incluido el exlíder laborista, Jeremy Corbyn. Su victoria fue posible solo por la situación de Gaza.
Él líder comenzó la campaña con décadas a su favor de apoyo local y muy sólido, pero las encuestas a mitad de la campaña lo mostraron significativamente rezagado. Un cambio centrado en el Partido Laborista con un discurso que lo presentaba como un candidato completamente independiente y apoyando la causa -de Gaza fue sin duda un factor importante en este giro de campaña.
El tema de Gaza, y la polarización profundamente arraigada que causó, fue una de las fuentes de división más significativas durante la campaña. La polarización particularmente visceral se manifestó en violencia. Ahora hay varias diputadas bajo protección policial especial debido a las amenazas que recibieron. Del mismo modo, algunos candidatos del Reform UK fueron amenazados, uno de los cuales fue supuestamente agredido. Muchos recuerdan como a Nigel Farage le arrojaron objetos en Clacton.
Estos momentos en los que la polarización mostró su lado más desagradable fueron en general limitados. Sin embargo, mientras las preocupaciones en torno a la Inteligencia Artificial, IA, y las ‘imágenes deepfake’ fueron en gran medida infundadas, que probablemente continuarán siéndolo, hubo una gran guerra memética en Twitter entre izquierda y derecha.
La IA ciertamente empoderó a muchas más personas para crear memes e imágenes satíricas e insultar a los oponentes. Sin embargo, éstos se asemejaron más a las tradicionales caricaturas políticas presentes en los periódicos del Reino Unido que a los deepfakes que se habían predicho. Incluso donde tuvo lugar un procesamiento de edición visual realista como con el ‘despierta a otros 5 años de gobierno conservador’, el material de campaña en general se mantuvo firmemente dentro de los límites de la sátira política.
*CompoLider no se hace responsable de las opiniones de los autores en los artículos.