Por Allende Martín 

Consultora y analista política

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden se tomó mucho tiempo para aceptar que no podría salvar su candidatura. Desde el debate que mantuvo con Donald Trump en el que apareció balbuceando, cabizbajo, distraído y en ocasiones completamente perdido, con frases sin sentido pero que supo aprovechar su contrincante Trump con un discurso más pausado y aparentemente más presidencial.

Es curioso y hay que recordar que fue el propio Biden quien propuso este debate en la red X que inmediatamente aceptó el combate el líder republicano y, junto con el intento de asesinato, le benefició tanto en imagen por su reacción: saliendo por sus pies con el puño en alto y un mensaje fuerte “luchad”.

Una foto histórica en la campaña, una foto que su equipo de marketing no hubiera podido pensar e imaginar el alcance, relevancia e impacto. Pero Trump es ya de por sí una máquina marketiniana y mediática y sabe aprovechar cada oportunidad.  Además, le ha permitido conectar más si cabe con su electorado y suavizar su imagen de sus causas judiciales y auparle con máximo apoyo en la Convención Nacional Republicana como un héroe.

En comunicación política, el discurso, mensaje e imagen es crucial y más en una campaña presidencial y de la primera potencia mundial porque afecta al liderazgo y a las encuestas. Si bien es cierto que son dos candidatos octogenarios que no conectaban con el voto joven de Estados Unidos, la gota que colmó el vaso fue cuando Biden cometió errores tan relevantes como confundir en la Cumbre de la OTAN en Washington, a Zelensky con Putin y a su vicepresidenta con Donald Trump.

La popularidad y liderazgo de Biden ya venía en descenso desde la retirada de las tropas de EE. UU. de Afganistán que se redujo desde el 61% hasta el 52%. Con los lapsus en el debate descendió del 47% al 33% aunque según The New York Times y The Gallup, Trump fuera el favorito.

No sólo es doloroso para el Partido Demócrata sino para la figura de un político que ha estado más de 50 años al servicio público de su país. Pero el tiempo en política es crucial y la espera en renunciar y aferrarse a la candidatura le ha perjudicado hasta que más de 40 congresistas e incluso los líderes del Partido Demócrata como Pelosi y Obama finalmente aconsejaran en dar un paso atrás.

A esto hay que añadirle que en Estados Unidos los donantes juegan un papel crucial porque se invierten millones de dólares en anuncios en televisión y personal desplegado por todo el país, especialmente en estados clave. Y desde el debate los fondos caían en picado en la campaña demócrata.

La decisión final de renuncia se hizo un domingo y se comunicó con un escueto mensaje en la red social X mencionando algunos logros.

Renuncia de Biden en el Despacho Oval

 Discurso de retirada al pueblo norteamericano

Tres días después de ese tuit, Biden se dirigió a la Nación. sólo lo ha hecho en cuatro ocasiones desde su despacho oval y esta vez para pasar el testigo, a voces y generaciones nuevas.

En máxima audiencia explicaba su renuncia y cedía el testigo a Kamala Harris, aunque tiene seis meses para acabar su mandato y seguir con su programa.

Mantiene ese mensaje de unidad que hizo cuando juró su cargo “sanar las heridas y la democracia ha ganado “y ahora “es la mejor manera de unir a la Nación”. Este va a ser el tema principal de la campaña de Kamala Harris.

Es importante tener en cuenta la puesta en escena en el despacho oval, rodeado de fotografías familiares. Inició citando a otros presidentes padres fundadores de los Estados Unidos: Tomas Jefferson, George Washington, Abraham Lincoln y Franklin Roosevelt y manifestó que “los presidentes no son reyes”“venero mi cargo, pero más a mi país …. y ha sido un honor poder serviles como presidente”.

En un país tan polarizado e incertidumbre recurrió como siempre hizo al valor más preciado “la defensa de la democracia”. “No se trata de mí, se trata de ustedes, de sus familias, del pueblo norteamericano”

Joe Biden aludió a la honestidad propia y de su partido, “hay que decidir si queremos la honestidad, respeto, justicia y la democracia”. Recordemos que el líder republicano, Donald Trump está acusado de un total de noventa y un delitos y cuatro casos judiciales frente a Kamala Harris, Fiscal del Estado de California que representa esos valores que propugna Biden y va a ser un revulsivo contra Trump.

El presidente Biden habló del sueño americano “un muchacho tartamudo sentado en el despacho oval…ciudadanos ordinarios que hacen cosas extraordinarias”. Mencionó los logros de su mandato: el desafío tras la pandemia, las ayudas de 1,9 billones dólares, programas para reducir la pobreza infantil, 16 millones de empleosnombrar a la primera mujer negra a la Corte Suprema de los EE. UU., impulsar la producción de chips o el éxito liderado en política Exterior respecto al apoyo a Ucrania.

Kamala al rescate

Con apoyo de Biden, Kamala Harris emerge como el relevo exprés. Es la actual vicepresidenta, más joven y capaz de captar el voto joven, femenino y de las minorías. Además, tiene liderazgo y fuerza para enfrentarse a Donald Trump en la campaña y en el próximo debate, si es elegida en la Convención Demócrata, en Chicago del 19 al 22 de agosto.

Para el partido ha sido un respiro puesto que en las primeras 36 horas se pudieron recaudar 98 millones de euros y reducir la distancia respecto a Trump en los sondeos.

Consiguió el respaldo de 2.200 delegados de los 3.949 que votan al próximo candidato demócrata, esto representa el 55% de los compromisarios. Técnicamente es la candidata. También y ante la necesidad de un partido demócrata siempre dividido, esta vez era necesario unidad total.

Kamala Harri puede hacer historia en Estados Unidos, ser la primera mujer presidenta y es la candidata más joven que compite a la Casablanca desde Obama.

De nuevo la sala de máquinas de la campaña demócrata emerge a favor con unos vídeos que refuerzan su imagen frente a Trump con conceptos como la unidad, legalidad, honestidad y apoyo a la mujer y a las minorías.

La agenda de la vicepresidenta Harris es más progresista respecto al derecho al aborto, el cambio climático, pero es muy probable que siga el legado de Biden y la política económica.

Estados Unidos convive con una violencia política, desinformación polarización y los extremos constantes. Sin embargo, Harris tiene un aura especial y una risa muy carismática que proyecta ambición, alegría y optimismo.

Kamala ha rescatado al partido de la debacle y la líder demócrata suma apoyos de diferentes celebrities y Generazión Z como Beyoncé concediéndole el uso de su canción “Freedom” para los mítines de la campaña.

El equipo de redes de la candidata Harris ha modificado el fondo de las redes en verde, que es su favorito y han añadido el concepto de Brat que es como la ha definido CharliXCX quien ha dado su apoyo.  Y en Tik Tok, los vídeos de la vicepresidenta son una marea con el término Kamalanomennon como icono del feminismo. Es muy probable que gane en la Convención Demócrata, aunque tres meses en política y más en una campaña es mucho tiempo y vaya por delante en las encuestas, pero no decisivo para poder hacer historia.

 

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