Por Lourdes Bosch 

Consultora Política. México

El pasado 1 de junio se llevó a cabo la elección del Poder Judicial de la Federación, evento sin parangón en mi país. Participé de varias formas: la primera fue como consultora política en una campaña muy difícil de generar, eran mucho más las cosas prohibidas que las aceptadas por el INE (Instituto Nacional Electoral), participaban personas que ya tenían el cargo, pero no había partidos, no formaban parte de ningún grupo que avalara la candidatura, solo personas de carne y hueso intentando darse a conocer. Los candidatos no eran figuras públicas, no había marcas que los identificara, la jurisdicción de cada candidato era muy confusa y, después de 2 meses de campaña…tenían que ser votados.

La única forma legalmente posible para difundir los mensajes de las y los participantes era a través de sus propias redes sociales, de manera orgánica (¡prohibido pagar pautas publicitarias!), por lo que el despliegue de la estrategia se hizo a partir de posicionar la imagen, la trayectoria, la experiencia y las propuestas del candidato a magistrado, a partir de varios videos que hablaban de la ética en su trayectoria laboral, la honestidad, lealtad y profesionalismo como servidor público, así como de su capacidad dentro de la Administración pública y la cercanía  con la población con la que ya había estado en contacto en su actual cargo. En los videos enfatizamos los 30 años en el servicio púbico, su conocimiento en el ámbito del derecho y la importancia de hacer justicia, así como su experiencia avalada en su formación académica.

Así transcurrió la campaña y el equipo hizo un gran esfuerzo para lograr posicionarlo. Con todo esto, en términos de campaña electoral tuvimos una campaña exitosa y triunfadora, pero sin duda, estoy convencida de que, fueron las relaciones que el candidato tiene con la gente en el poder lo que hizo que ganara, cuando vimos que el nombre y el número del candidato estaba en los multimencionados acordeones que el partido en el poder repartió días antes de la elección me di cuenta de que nuestro candidato ganaría y así fue, hoy anoto como consultora un triunfo más a la lista, pero no será un ejemplo de elección que me genere mucho orgullo.

La otra forma de participar en esta elección fue formando parte de muchos grupos que nos dedicamos a analizar el porqué y para qué de la elección y sin duda fue la parte más difícil, una elección sin sentido, la narrativa era que, el expresidente de la República decidió que el poder judicial estaba podrido y envió una propuesta de reforma para que el poder judicial fuera votado, que el pueblo elija y así acabar con la corrupción, nunca hubo un juez en funciones encarcelado por sus actos de corrupción y no digo que no los haya, pero sin duda establecer una elección de tal magnitud no era lo correcto, pero en mi país hoy, lo correcto es una palabra difícil de ejercer.

mazo judicial méxico

En los debates y análisis sobre la reforma judicial en las que participé y ante la inminente elección de más de 800 juzgadores, incluyendo los y las integrantes de la próxima Suprema Corte de Justicia de la Nación, se hace énfasis en el origen espurio de la reforma, impuestas gracias al robo de la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, vía la supermayoría. Después, en las trampas de los Comités de Selección, especialmente los del Poder Legislativo y Ejecutivo. Ante la falta de recursos para que el INE organizara la elección, con todo esto, y con el desconocimiento total de la población de por quién votar y para qué hacerlo se llevó a cabo la elección de personajes que hoy tienen la mayoría y ejercerán la función por las que fueron votados o por lo menos eso nos han hecho creer, mi “candidato”, y ha sido muy felicitado por dicho triunfo. Como amiga lo celebro como consultora y alguien congruente con lo sucedido no.

Por último, les comento que, tocaron a mi puerta el personal del INE para decirme que fui seleccionada como presiente de mi casilla para la multicitada elección y no dude ni un segundo en aceptar el cargo, sabía perfectamente que ese día tendría que estar en el lugar donde se instalaría la casilla desde muy temprano, pero quería saber de viva voz con presencia total de qué se trataba la elección y así lo hice.

Me formaron y junto con 8 vecinos hicimos todo lo que nos dijeron: instalamos la casilla, pusimos la urna, solo una para recibir nueve boletas diferentes por persona y esperamos, desde las 8 de la mañana a que llegaran la gente a votar. De 1.286 personas que aparecían en la lista nominal solo votaron 86, muchos vecinos evidenciaban que participaban por una responsabilidad cívica, pero que anularían su voto, otros llegaban y nos pedían que les explicáramos cómo votar (un tema muy complicado) y otros llegaban con su acordeón y se sentaban a votar a lo largo de 15 minutos por persona.

Sin embargo, lo que no se entiende fue que, no podíamos contabilizar los votos al final de la jornada electoral, solo separábamos las boletas por colores y las poníamos en sobres de plástico, NO podíamos anular las boletas restantes (que eran miles) y entregábamos el material tal cual a las personas del INE que pasarían por ellas.

Sin duda, la elección judicial se consolidó como un fracaso ante una participación históricamente baja del 13 %, donde el 87% del padrón se abstuvo y el 22.5% de los votos emitidos fueron nulos o ilegibles. La gran mayoría de académicos calificó el proceso como “un rotundo fracaso democrático”, evidenciando el desinterés ciudadano en un mecanismo promovido como solución para la justicia.

En resumen, la elección de este 1ºde junio en mi país fue una elección muy difícil de explicar en términos de mi papel como consultora, muy difícil de llevar a buen puerto si tu candidato no tenía las relaciones correctas con el actual gobierno que se requería para aparecer en los acordeones; insólita ante todo lo que estuvo en juego tanto previo como el postmensaje y lamentable el resultado del “cómo”, el “para-qué” de una elección con una ínfima participación, pero con el aval y los aplausos de aquellos que la pensaron, la maquinaron, la llevaron a cabo y hoy la validan y aplauden.

Lourdes Bosch

Lourdes Bosch es Consultora política con más de  30 años de experiencia en campñas y comunicación política y Gestión Pública.

 

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