Miguel Valdez Siller
Consultor y estratega digital
La forma en la que la ciudadanía se informa y decide participar en los procesos electorales tiene cada vez más recursos que facilitan la interacción con los políticos y candidatos a puestos de elección popular, en ese sentido soy un entusiasta de la aplicación de herramientas de la Inteligencia Artificial en campañas políticas. Por otro lado, la manera en la que se ha extendido el uso de estos recursos conlleva retos que estamos analizando, a la luz de malas prácticas de las cuales hemos sido testigos en las campañas más recientes realizadas en México.
Es pertinente, como siempre lo ha sido en cualquier cambio de paradigma tecnológico, discutir sus repercusiones en la sociedad y las democracias occidentales en las que vivimos, por lo que es sencillo detectar posturas encontradas que nos advierten la importancia de cuidar los valores democráticos, más allá del desarrollo tecnológico o la vanguardia que se nos plantee. También es válido que, como profesionales de la comunicación digital, nos preguntemos en qué medida la IA puede transformar a la industria, y determinar qué tan preparados estamos para aprovecharla positivamente y combatir sus usos inadecuados.
Existe prácticamente un consenso sobre los tres grandes tipos de IA disponibles y en desarrollo, a saber: Artificial Narrow Intelligence (ANI), Artificial General Intelligence (AGI) y Artificial Superintelligence (ASI), por lo que es importante reconocerlas e identificar cuáles son los que impactan más en las campañas políticas. Muchas de las que hasta ahora están disponibles para campañas políticas se encuentran en el marco de las ANI y muy pocas en las AGI, es decir, que la tecnología disponible está teniendo impacto con herramientas que abrevian tiempos, mejoran la calidad de la producción de materiales y ayudan a tener mejores análisis de información de prácticamente cualquier fuente.
Aunque los chatbots ya tenían más de un lustro en la iniciativa privada, (recuerdo uno muy bueno de Cinepolis en Facebook), algunos de los primeros intentos de uso de inteligencia artificial en campañas políticas fueron los chat bots en sus etapas más tempranas, así como la sistematización de reportería y análisis de datos en sus formas más básicas, a partir de ahí hemos conocido con diversas innovaciones que sorprenden por su creatividad y potencial para mejorar la interacción con quienes contienden por un puesto de elección popular. La posibilidad de crear herramientas propias basadas en la IA, es una excelente noticia para quienes nos dedicamos a asesorar a políticos con base a información veraz que deba ser procesada y aplicada a estrategias de campañas electorales.
Es importante recordar también que muchas de las tareas de envíos de mensajería masiva y los call centers se han visto beneficiados de estas herramientas ya que cuentan con programas o aplicaciones que mejoran tiempos, recolección, sistematización, clasificación y análisis de toda la información que generan.
De la misma forma, algunas encuestadoras se han acercado a herramientas con aplicaciones de IA para procesar y curar su información una vez que la han recogido las encuestas que generan de manera presencial o en cualquiera de sus posibilidades.
Por otro lado, es innegable que, a nivel del consumo de contenidos por grandes audiencias, en donde más se ha notado el uso de IA para las campañas políticas es en la generación de materiales, específicamente videos e imágenes que, voluntariamente, se generaron por los cuartos de guerra de los candidatos o por voluntarios digitales que aprovecharon las posibilidades de la IA y las aplicaron a favor del proyecto que apoyaban.
Este nuevo elemento de producción de contenidos generó un cisma importante cuando videos, audios y personas podían ser suplantadas y manipuladas para dar a conocer contenidos veraces y aprobados por las campañas, esto permite ahorrar enormes cantidades de tiempo y dinero cuando la intensidad de las campañas digitales requiere de frecuencia en la generación de contenidos, más aún si hablamos de redes sociales específicas como Instagram, TikTok o Facebook.
Es probable que algunos de los lectores de CompoLider hayan detectado anuncios de Meta en los que el presidente del Gobierno Pedro Sánchez aparece invitando a personas a invertir dinero para, supuestamente, ganar cantidades más grandes de manera fácil. Dichos anuncios son evidentemente falsos, pero duraron algunas horas en circulación con pauta, generando un daño a la imagen del presidente y a las audiencias que pudieron creer en estos anuncios. Lo mismo encontramos en México aplicado a la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum, anuncios en los que se invita a la ciudadanía a invertir o a aportar datos bancarios para cometer fraudes aprovechando la imagen de la próxima presidenta de nuestro país.
Este tipo de señales son preocupantes y llaman la atención de las plataformas, los usuarios y quienes somos profesionales en el área de la comunicación política. La vulnerabilidad de los políticos en medios digitales es siempre un reto, pero la necesidad de cuidar un nuevo pilar digital de ellos se hace necesario: el uso de su imagen con materiales de inteligencia artificial que ponen en peligro su prestigio digital y que se usan para defraudar a más personas. En adelante, los análisis y monitoreos de los políticos deben incluir esta nuevo vertical en la cual se deben detectar materiales, medir su impacto y generar protocolos para evitar que generen una crisis.
La transformación de la industria de la comunicación política provocada por la IA, está en proceso, en nuestras manos deberá estar que sea positiva y provechosas. Estamos destinados a convivir, aprender y aprovechar las herramientas disponibles y en desarrollo de la IA, de la misma forma, es nuestra obligación como profesionales, estar informados de los casos de éxito y de los malos usos que se hagan de la IA para combatirlos de manera efectiva. Tenemos que abrirnos mejores canales de comunicación con las plataformas de redes sociales, buscadores y generadores de contenido. También debemos estar mejor comunicados con los equipos de los candidatos para contar con decisiones acertadas antes de que alguna crisis llegue a los cuartos de guerra.
Desde México, existe un importante semillero de ingenieros y emprendedores que busca aplicar la IA a favor del procesamiento de datos, contenidos y síntesis de información que está destacando con iniciativas que es importante considerar. En Cuadrangular, apostamos siempre por la preparación e innovación, por ello estamos trabajando de la mano de muchos de ellos para crear soluciones e impactar de manera positiva a partir del uso de IA. Somos conscientes de los retos que implica para nuestra industria, pero somos optimistas de las posibilidades que vienen a favor de una mejor comunicación de los gobernantes con sus gobernados para que se entreguen mejores resultados.
Miguel Valdez, CEO de Cuadrangular. Ha sido reconocido con más de 25 premios comunicación política digital y cuenta con más de una década de experiencia creando campañas políticas
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